Tiernos lamentos, con que el alma devota llora los gravísimos tormentos, que padecio en el inmundo sotano la noche de su Pasion Nuestro Soberano Redentor Jesus: entrase para esto espiritualmente en un rincon del calabozo, y de allí no quisiera salir jamás. Dispuestos por un religioso del Convento de Nuestra Señora de la Merced, Redencion de Cautivos, afecto á este tiernísimo paso, dados á la estampa por un devoto del mismo paso, quien los dedicó al corazon de Jesus - Morelia : reimpreso por I. Arango, 1857. - 34 p. ; 8°

Encuadernación en cartón con lomo en piel

3 obras


Ascética